martes, 3 de septiembre de 2013

A nueve meses, la Cruzada Nacional Contra el Hambre se define por sus objetivos irrealizables

Escucha a Julieta Ponce, del COA




La Cruzada Nacional Contra el Hambre se anunció como el principal programa social del sexenio de Enrique Peña Nieto, a nueve meses de iniciado, aún no están claras sus partidas presupuestales ni la manera concreta como va a operar. En un principio se anunció que la primera etapa abarcaría los 400 municipios más pobres del país, sin embargo, inició solo en 80. Julieta Ponce, nutrióloga del Centro de Orientación Alimentaria (COA), refirió que una de sus deficiencias más importantes es que no existe una coordinación entre las Secretarías que deberían intervenir para cumplir con los objetivos que se planteó.
La también integrante de la Campaña Nacional Sin Maíz no Hay País mencionó que los estados no tienen manera de orientar ni ordenar los programas que integran la Cruzada y añadió que a la Secretaría de Desarrollo Social se le encargaron objetivos que no va a poder cumplir, pues para alcanzarlos es necesaria una articulación intersecretarial con un presupuesto e indicadores de resultados claros.

Una de las metas de este programa social es la eliminación de la desnutrición, con respecto a ello Peña Nieto durante su primer informe de gobierno anunció que 250 mil familias han sido beneficiadas con la tarjeta “sin hambre”, sin embargo, de acuerdo con Julieta Ponce, esto no es suficiente pues no se sabe qué tipo de alimentos tienen acceso los acreedores a este apoyo. Enfatizó que en el informe se separó el aspecto de la producción con el consumo cuando deberían estar vinculados debido a que es a través del aseguramiento del fomento o crédito a los pequeños productores como debe garantizarse el abasto de alimentos.

Aun cuando el día de ayer no hubo un señalamiento al respecto, desde que se inició la Cruzada Nacional Contra el Hambre, organizaciones como la Alianza por la Seguridad Alimentaria han denunciado los convenios que se han firmado con diversas empresas agroindustriales como Nestlé. Al respecto, Ponce señaló: “parece que la tendencia es nuevamente hacer convenios con la industria, particularmente podemos decir que un subsecretario de Sagarpa mencionó que están haciendo convenios con Coca-Cola y con Bimbo para hacer inversiones en el campo”, añadió que resulta preocupante que el fomento y la producción lleguen a través de la industria, esto representa que el gobierno le está cediendo poder de decisión en estos aspectos.

Otra de las críticas que se han hecho a la Cruzada es que de los 80 municipios prioritarios quedaron excluidos varios que se caracterizan por tener un alto índice de pobreza, por ejemplo: Guadalupe y Calvo, Chihuahua; Coicoyán de la Flores, Oaxaca; Cochoapa y Metlatónoc, Guerrero. Uno de los señalamientos más severos es que la selección se hizo a partir de intereses electorales. Julieta Ponce señaló que es cuestionable el por qué se eligieron esos 80 municipios y no se desarrolló una estrategia integral para toda la población.

Adriana Aguilar

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