martes, 30 de abril de 2013

Monsanto declara la guerra a campesinos y busca apropiarse de su sabiduría ancestral: Vandana Shiva

ESCUCHA A VANDANA SHIVA

En el marco de la presentación de tres solicitudes para siembra comercial de maíz transgénico en Chihuahua, Durango y Coahuila por parte de la transnacional Monsanto, Vandana Shiva, activista hindú, campesinóloga, Dra. en Filosofía y Premio Nobel Alternativo, visitó nuestro país para solidarizarse con organizaciones que se oponen a la pretensión de que esta empresa se apropie de la sabiduría y riqueza con la que cuenta nuestro país en sus 59 razas nativas de maíz y miles de variedades locales que los campesinos mexicanos han desarrollado y preservado.

En conferencia de prensa, Vandana Shiva mencionó diversos mecanismos a través de los cuales Monsanto busca introducir sus semillas transgénicas en países que son centros de origen. Algunos de estos mecanismos son la autoría y el impulso a leyes de propiedad intelectual que criminalizan el uso de semillas generadas por los propios campesinos. Otros mecanismos son provocar la quiebra de las compañías semilleras locales y corromper a los gobiernos para obtener permisos para siembra de transgénicos.

Monsanto, de acuerdo con la Premio Nobel Alternativo, ha declarado una guerra contra los centros de origen y diversificación de semillas como la India y México, la guerra es principalmente contra la libertad y la preservación de los campesinos como productores. Vandana Shiva denunció que en la India, hasta ahora, se han suicidado alrededor de 270 mil campesinos a causa de la imposibilidad de pagar sus créditos y continuar el cultivo de algodón cuya semilla se encuentra monopolizada por Monsanto.

Vandana Shiva mencionó tres palabras que describen a esta empresa: monopolio, contaminación y estupidez. Enfatizó que los paquetes tecnológicos que ha desarrollado han generado “súper malezas” y “súper plagas” que ni siquiera la empresa puede controlar.

La activista agregó que el objetivo de esta corporación agroalimentaria no es la producción de alimentos pues, en el caso del maíz, el 90% de sus semillas son utilizadas para generar agrocombustibles, “tortura animal”, es decir, forraje y solamente el 10% restante se destina al consumo humano.

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