miércoles, 20 de febrero de 2013

Centro de biociencias del Cimmyt: ¿Investigación para las corporaciones agroalimentarias?

Carlos Slim y Bill Gates, los hombres más ricos del planeta, donaron 25 millones de dólares para un centro de biociencias que forma parte del Cimmyt (Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo). El centro fue inaugurado el 13 de febrero y, de acuerdo con las declaraciones de los empresarios, a través de él se pretende aumentar la productividad del campo mexicano con base en la aplicación de biotecnología. Alejandro Espinosa, investigador nacional nivel III, miembro del Inifap (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias) y de la UCCS (Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad), comentó que el Cimmyt es un centro vinculado con corporaciones como Monsanto y Pioneer, principales promotoras de cultivos transgénicos en nuestro país.


De acuerdo con el Dr. Alejandro Espinosa, el Cimmyt es un centro de investigación internacional que ha recibido importantes aportaciones del gobierno mexicano a través de programas como MasAgro (Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional). Hace dos años y medio, el gobierno asignó a este Instituto 1,650 millones de pesos con el objetivo de repartir semillas mejoradas para el autoconsumo en comunidades campesinas.

El investigador añadió que es cuestionable que los recursos dirigidos al campo se filtren a través de estas instituciones internacionales y no se brinden a centros de investigación nacionales como el Inifap que ha generado 125 variedades mejoradas de maíz que no han podido ser distribuidas a los campesinos mexicanos por falta de apoyo. Mencionó que en nuestro país hay investigadores, como el Dr. Antonio Turrent, que han desarrollado propuestas sustentables para aumentar la productividad del campo pero que han carecido de recursos para la puesta en práctica de sus proyectos.

Tanto el Cimmyt como el Inifap trabajan en la generación de semillas mejoradas, el primero, vinculado a grandes corporaciones y apostando a la producción industrializada de alimentos; el segundo, vinculado a la pequeña y mediana producción campesina. Para el Dr. Alejandro Espinosa, el hecho de que el gobierno impulse al Cimmyt para que sea la institución que controle la investigación nacional en materia alimentaria y, en particular, en semillas como el maíz y el trigo, implica la desaparición del Inifap, el cual ya no tendría razón de existir. “¿Por qué un recurso que es de los mexicanos da la vuelta por un centro internacional cuando hay científicos mexicanos que pueden llevar a buen rumbo la suficiencia alimentaria?” Es una de las interrogantes principales que planteó el investigador.

Respecto a la labor del Cimmyt, la directora para América Latina del Grupo ETC, Silvia Riveiro, ha denunciado, desde 2004, el impulso que este centro de investigación internacional ha dado a los cultivos transgénicos (Silvia Riveiro, La promoción de los transgénicos, La Jornada, 2004). Es por ello que no resulta infundada la idea de que la reciente inversión esté dirigida al impulso de cultivos transgénicos, principalmente de maíz, por parte de corporaciones como Monsanto y Pioneer quienes desde el año pasado promueven dos autorizaciones para siembra comercial de este grano en Sinaloa y Tamaulipas.

La aportación hecha por el gobierno mexicano al Cymitt hace dos años a través de MasAgro y la inauguración de este centro de biociencias, ponen en entredicho, entre otras cosas, que en nuestro país hay insuficientes recursos para el campo y evidencia que la distribución de los mismos obedece más a intereses de las corporaciones agroalimentarias que a promover el desarrollo de una agricultura sustentable basada en la producción campesina.
Entrevista: Eugenio Bermejillo
Nota: Adriana Aguilar
Foto: elporvenir.com


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