miércoles, 28 de noviembre de 2012

Obreras sí, sumisas no

ESCUCHA LA CÁPSULA


Tehuacán, Puebla es un municipio en el que el fenómeno de la maquila está presente desde hace varias décadas. Este sistema de producción ha sido una fuente sistemática de violación de los derechos laborales de las mujeres que trabajan en las empresas textiles. El testimonio de Reyna Ramírez, del Colectivo Obreras Insumisas, describe la experiencia de estas mujeres y sus logros como trabajadoras.

Hace más de veinte años Tehuacán se caracterizaba por sus manantiales y por su actividad agrícola, ahora, es conocido como “la capital mundial de la mezclilla” debido a que empresas nacionales y trasnacionales han establecido maquiladoras de textiles en su territorio.

La llegada de las maquiladoras significó, para muchas mujeres, la posibilidad de independizarse
económicamente; indígenas de Puebla y de otros estados como Oaxaca, migraron a este municipio. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), durante los noventa, la maquiladora tuvo gran auge pero a partir del 2001 esta actividad entró en un período de crisis que significó para el cierre de diversas plantas, el abaratamiento de la mano de obra y la pauperización de las condiciones laborales.

Reyna Ramírez señala que una de las principales afectaciones en la maquila lo es la generación de enfermedades inherentes al trabajo que desempeñan. En las lavanderías de la mezclilla se utilizan químicos que están prohibidos en Estados Unidos y que les han provocado enfermedades pulmonares y silicosis. Las mujeres también se ven afectadas en sus vías respiratorias y en sus huesos (artritis), sufren constantes dolores de cabeza y estrés.
Adriana Aguilar
Foto: fatmty.wordpress.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario