Con la Reforma Laboral México se convertirá en el paraíso del empleo precario: CILAS

ESCUCHA A HÉCTOR DE LA CUEVA, DEL CILAS (Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical)

El martes 25 de septiembre la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados envió su propuesta de dictamen para la reforma laboral en la que se proponen cambios legislativos sustanciales a derechos relacionados con la estabilidad y flexibilización del trabajo. En la iniciativa se dejaron de lado las modificaciones que en el texto original impulsaban la trasparencia y democratización sindical, un hecho que muchos analistas han atribuido a los compromisos que los priístas tienen con las cúpulas sindícales. Héctor de la Cueva, miembro del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) y especialista en la materia, comenta que la defensa del corporativismo sindical será la moneda de cambio en una reforma que apunta a la precarización y flexibilización laboral.

De acuerdo con el especialista, los principales derechos que trastoca la reforma son la seguridad en el empleo, la contratación colectiva, el derecho de huelga, la democratización sindical, además, incentiva la flexibilización laboral y el despido al otorgar al patrón mayores facilidades para que pueda establecer a conveniencia las condiciones de ingreso, empleo y despido. Asimismo establece tipos de contratación temporal, por capacitación y a prueba que ponen en riesgo la estabilidad laboral y los derechos que de ella se derivan (antigüedad, indemnización, jubilación, etcétera).

Uno de los aspectos que más se resaltan de la iniciativa de reforma es la del contrato por hora que, de acuerdo con el Héctor de la Cueva, implica la violación de preceptos constitucionales relativos a la jornada laboral y al salario mínimo. Esta disposición acaba con el pago por descanso dominical y de horas extras.

Con relación al despido, este se flexibiliza y reduce su costo para el patrón. La combinación de flexibilización en el despido y las nuevas formas de contratación temporal, son disposiciones que terminan con la estabilidad en el empleo, lo cual afectará principalmente a la población más joven que desde ahora se enfrenta a esta serie de condiciones que de aprobarse este dictamen dejarán de ser consideradas como ilegales. Las nuevas disposiciones se traducirán en la “legalización del trabajo precario”, enfatizó Héctor de la Cueva.

En cuanto a la subcontratación o terciarización (outsourcing), la ley actual establece que tanto la empresa contratista como la beneficiaria principal del trabajo tienen una responsabilidad directa con el trabajador. En contraste, en el dictamen se establece que la empresa beneficiaria del servicio tendrá sólo una responsabilidad solidaria y no directa ante el trabajador con lo cual quedará liberada de sus obligaciones.

En materia colectiva, la iniciativa acaba con las organizaciones auténticas y autónomas para favorecer a los sindicatos de protección de diferentes maneras, algunas de ellas son las restricciones al derecho de huelga y la imposición de mayores requisitos para demandar la titularidad del contrato colectivo.

Héctor de la Cueva menciona que lo relacionado con la transparencia y rendición de cuentas por parte de los sindicatos ha sido desechado de la iniciativa con el objetivo que los sindicatos de protección y los llamados “charros” preserven sus prerrogativas a cambio de establecer mecanismos que abaraten la mano de obra.

El especialista añadió que esta reforma constituye el cumplimiento de un pacto entre el Felipe Calderón y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el que a cambio de la imposición de Enrique Peña Nieto en la presidencia este partido tendrá que aprobar la reforma laboral en sus principales aspectos.

Si se aprueba así, concluye Héctor de la Cueva, “la reforma será anticonstitucional por lo que se podrá interponer una controversia en su contra, además de diversos recursos internacionales debido a que es violatoria de derechos laborales previstos en diversos convenios, principalmente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).”

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Adriana Aguilar